Efectivamente, por mucho que lo intento, de una manera u otra, la vida nocturna me persigue adonde quiera que voy. Mi plan de exiliarme el fin de semana en Teruel para descansar, comer sano, y dar un respiro a mis pobres neuronas ha fracasado estrepitosamente, y no por falta de ganas. En Teruel me esperaba una noche que acabó a las diez de la mañana del domingo, todo ello gracias a Inma, Juan y Nacho, a los que Raquel había invitado también. En fin, otro fin de semana más que me va a costar un par de días de recuperación.
domingo, 21 de octubre de 2007
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1 comentario:
A esa chica morena de la foto la conzco yo.. no se de qué, pero la conozco yo...
Ya veo qué bien lo pasasteís.. qué envidia más cochina y más marrana
Un beso
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