Me encanta comer en la Real Sociedad Valenciana de Agricultura y Deportes, también conocida como Casino de la Agricultura o sencillamente la Agricultura. Hoy de hecho iré con dos amigas a comer el magnífico menú que prepara Julio.
Y es que en la Agricultura se respira Historia e historias (algún día haré una selección de comentarios hechos por alguno de los socios cuando no hay mujeres en la pornobarra). También se huele a antipolillas y se ve alguna caspa que otra, pero, no lo puedo evitar, adoro la Agricultura.
En la Agricultura se juega a la canasta, al brigde, se hacen conferencias, se come, se reúnen, pero sobre todo, en especial, lo que se hace es beber. Me cuesta pensar en algún otro sitio en el que el aperitivo de sus clientes sea a base de whisky a palo seco.
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