Este finde, como ya se lo había prometido, me fui con Raquel a Madrid. Del viernes no hay imágenes porque a servidor se le olvidó la cámara en la habitación, lo cual fue una pena, porque nos invitaron a cenar en el Corral de la Pacheca, con espectáculo flamenco incluido.
El sábado por la mañana, en auténtico estado de catatonia, o de borrachera no resuelta, nos echamos a la calle, a la calle Fuencarral. Tenía una asignatura pendiente con El Ganso, asignatura que he resuelto satisfactoriamente. Raquel por su parte, como buena hacheyemera (los huele a kilómetros) se zambulló en el H&M de Gran Vía, y hasta que no comprobó que había la misma ropa que en Zaragoza no paró.
Sergio nos llevó a comer a la Fragua, en la plaza de Santa Ana, donde nos cascamos un cocido madrileño muy apropiado a la resaca contenida que llevábamos.
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