Jo. El fin de semana ha pasado volando. Bueno volando hacia Berlin. Como ejercí un poco de guía, quise que lo primero que Lydia viese fue la Puerta de Brandemburgo. Para ello bajamos en el metro en Potsdamer Platz y dimos un paseo hasta el comienzo de Unter den linden. Como hacía fresquito tuvimos que tomarnos un café en Einstein, antes de ir a Quasimodo para asistir a un concierto de folk. El local es un pequeño escenario rodeado de un graderío abarrotado de amnates de la música en directo. Cuando terminó el concierto nos fuimos a Kumpelnest 3000, que como siempre no defraudó. El personal más variopinto lo puedes encontrar en este antiguo puticlub convertido en templo de la estética kitsch, con cuadro de petit point de Lady Di incluido. Como no era cuestión de machacarse dejamos ahí la noche. El sábado fue un día de compras: primero al Ku'dam para machacar los mil H&M de la calle, y al KaDeWe, donde descubrimos que Lydia tiene una fábrica de galletas. Después de comer en la sección del gourmet del KaDeWe, con copa de champagne incluida, nos fuimos a Kreutzberg para seguir con las compras. La noche comenzó en A-Trane, donde asistimos a un concierto de Jazz moderno a cargo de Lynne Arriale Trio Band. Sólo se puede decir que fue impresionante. Todo ello desde un puesto privilegiado, ya que nos coocaron en una mesa a pie de escenario, desde la que Lydia pudo pronunciar una de las frases más acertadas del viaje "¿te parece excesivo un tercer margarita?". Tras el concierto, y como nos quedamos con ganas de más petardeo en el Kumpelnest 3000, volvimos al antro en cuestión. Esta vez el ambiente había cambiado totalmente: para empezar nos recibieron con Héroes del Silencio, y una china nos convidó a vodka a palo seco. Después de un pequeño tentempié en el paki contiguo al Kumpelnest, fuimos al plato fuerte de la noche: Berghain. De esta discoteca descubierta gracias a mi amigo Sergio en agosto, sólo puedo decir que es la mejor instalación que he visto jamás. Se trata de una antigua estación de electricidad reconvertida en un templo del thecno en tres pisos. Para hacerse una idea del local, sólo dar un par de datos: esperamos una hora para entrar, y antes de pagar nos cachearon, y a Lydia además le urgaron hasta en el tarjetero del monedero. El domingo Lydia no tenía el chichi pa' farolillos. Así que me fui para Alexander Platz y me di un paseo por la zona de Unter den Linden, la Universidad, Bebel Platz y Friedrichstrasse, hasta acabar en Newton, en Gendarmemarkt Platz. Por la tarde le enseñé estos sitios a Lydia, y después me la llevé a Hackescher Markt para bajar por Oranienburguerstrasse hasta llegar a Tacheles.
En definitiva nos ha faltado tiempo para ver más cosas, pero para agosto no falta tanto, y Berlin nos sigue esperando, quizá quién sabe si antes....
3 comentarios:
pero que cojones haces con un manto palestino!!!!?????
Nacho, que te veo escorando...
a ver, quien quiera que seas, no es un manto palestino, es una bufanda con estampado de pata de gallo, que puedes adquirir fácilmente en H&M, así la próxima vez que vayas de listillo gradúate la vista
Publicar un comentario