DIA D-5

Ayer se lo comenté a Lydia, que me secundó la moción. Y es que dentro de cinco días tengo una boda, y necesito perder unos 3 kilitos si no quiero comprobar cómo suena un pantalón de Boss reventando. Como uno es generoso he decidido relatar día a día mis progresos en la búsqueda del infrapeso perdido, mis técnicas, mis progresos, etc. Vaya, como un Gran Hermano de la delgadez. Lo primero es estar motivado, tener principios y valores inquebrantables. Si un asesino como De Juana Chaos fue capaz de estar sin comer ese potorrón de días por una idea tan intrascendente y frívola como es la independencia de Euskadi, cómo no voy a ser capaz de hacer un pequeño esfuerzo por una causa mucho más importante  y profunda como es el estar delgado y recuperar mis apolíneas formas.

Esta mañana, me he pesado, van 73,9 kiletes (hace unos meses no pasaba de los 70). Así que el desayuno ha consistido en un zumito de pomelo y un par de tés. La comida no ha pasado de una triste menestra y la cena una barrita biomanán. Total unas 700 calorías, si es que llega.

Habrá quien me diga que así no conseguiré nada, que así sólo perderé peso rápidamente, para luego volver a ganarlo (como a alguien se le ocurra decir que es pan para hoy y hambre para mañana lo mato), etc. Gracias dietistas amateurs, endocrinos aficionados, pero en esta vida la única dieta que a mí personalmente me ha funcionado ha sido aquélla consistente básicamente en no comer. Sé que no se puede mantener demasiado tiempo ese ritmo (yo con llegar a la boda me conformo), pero en definitiva, nada es para siempre.

Mañana os seguiré relatando mis progresos o mis retrocesos si la fuerza me asiste para teclear.