CENTRO DE OPORTUNIDADES

Este sábado estuve en Teruel con Raquel, básicamente para  descansar de tanta malor valenciana. El plan era sencillo: descansar, comer bien, quizá ir al cine, en fin un poco de tranquilidad. El caso es que por la tarde, Raquel me informó de la existencia en Teruel de un Centro de Oportunidades de unos conocidos grandes almacenes. Creo que los responsables de marketing de esos conocidos grandes almacenes deberían replantearse la denominación de este tipo de centros, porque la verdad, cuando me vi en la puerta no sabía muy bien si dentro me buscarían un trabajo de integración social, o saldría de allí camino del altar.

Luego, como uno es inquieto y pensador, me fijé en que cada vez que nos intentan colocar algo de segunda mano, algo usado, algo que en definitiva si tuviéramos más dinero, mejor físico o más suerte, no adquiriríamos o no nos llevaríamos a casa, se usa el término oportunidad u ocasión. La oportunidad a fin de cuentas es la situación que te pone la vida delante para que te quedes con lo primero que aparece, no vaya a ser que no vuelva a surgir. Sin querer ser más pedante de lo que soy, de hecho oportunidad etimológicamente viene de opportunitas, que si se analiza deriva de dos palabras latinas op y portus, o sea delante de un puerto. Por eso los barcos cuando llevaban mucho tiempo en la mar y se encontraban ante un puerto tenían una oportunidad.

Todo esto viene a que salí del centro de oportunidades con las manos igual de vacías que cuando entré, mientras que Raquel salió con alguna bolsa que otra. Y me da que pensar que las oportunidades no están hechas para mí, yo soy más de buscar y seleccionar. Qui potest capere...